Estos son Marta, Antonio, Pablo e Irene, una familia increíble,
una familia que se ama por encima de todo,
una familia que comprende el valor del amor, de la unidad,
de lo que realmente vale la pena y lo que es la auténtica felicidad.
La fotografía Lifestyle de familias busca captar esos sentimientos,
esa verdad… ese amor.
Necesitamos desprendernos de lo superfluo, de los elementos que
crean barreras y nos distraen, para dejar sólo la esencia,
lo desnudo y lo natural.
Conseguimos que en cada uno de estos reportajes de familia al aire libre
sean trabajos llenos de humanismo y de humanidad, de alegría y
felicidad, para enseñar que lo importante de la vida es sentir,
emocionarse, compartir y ver como las personas que
nos rodean, las que más queremos, son felices y su presencia
y su disfrute crean en nosotros bienestar y el sentimiento
de tener lo máximo que la vida nos puede entregar.
Esa felicidad tan añorada, tan difusa, tan intangible, esa felicidad que muchas veces buscamos
en lo inmaterial, en el poseer, en lo superficial.
Por eso necesitamos estas fotografías que hablen de
lo que realmente importa, de lo que llena nuestra alma y
nuestros sentidos.
Marta y Antonio son padres de unos hijos que viven esos valores,
son padres de unos hijos con futuro, que entenderán
que el amor es valor, es el camino, es la esencia y el sentido del ser.
Son padres que sirven de ejemplo a cada uno de nosotros,
porque nos enseñan cual es el camino, hacia donde debemos dirigirnos.
Pablo e Irene son dos almas puras, son dos almas iluminadas,
son la imagen de lo más humano que hay en cada uno de nosotros,
sí sólo son niños, pero nos dan una lección de vida,
ellos nos enseñan que lo sencillo y lo verdadero nos llena la vida,
lo otro… quizás está de más.
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