Hay una verdad en cada reportaje de boda que realizo y es que cada pareja
y cada boda es diferente que dá como resultado un reportaje de boda diferente
y unas imágenes muy emocionales y personalizadas.
Cuando alguien habla de que algo es diferente normalmente también quiere
comunicar que es algo especial y algo exclusivo.
Tengo la suerte de que cada pareja de novios que elige mi trabajo es porque
realmente son parejas especiales, son parejas que hacen las cosas
de manera diferente, que no dejan nada al azar y cuidan
cada detalle como algo íntimo que representa su esencia y su carácter.
Y además, en muchos casos también eligen lugares que se salen de lo normal,
lugares que ayudan a contar un día y una historia de amor
con emociones a flor de piel y donde los sentimientos de alegría, felicidad y entrega
se funden con el entorno de manera casi poética, como una sinfonía perfecta,
envolviéndolo todo de un aroma delicioso
que hace parecer y sentir que todo es perfecto.
Esta historia tan especial está contada en la finca Prados Moros, en El Escorial (Madrid)
un entorno natural y un lugar idílico
para contar la belleza de esta pareja, Rebeca & Rubén, dos almas que se complementan
de manera perfecta y que hacen delicioso disfrutar de su presencia y, más aún,
ser la persona que ha sido elegida para perpetuar una bellísima
unión de dos personas maravillosas.
En estas imágenes podemos sentir cada emoción y cada sentimiento, no sólo de
Rebeca & Rubén, sino además de cada persona que les ha acompañado.
Cada instante que he vivido con esta pareja, en su preboda en Rascafría,
y que ya mostraré más adelante y su postboda en Aranjuez,
que también estoy deseando enseñaros, por la intensidad y belleza de sus imágenes,
han sido momentos llenos de humanidad, de buenas vibraciones, de sentir a dos personas
con los mejores valores humanos de generosidad, honestidad y humildad,
siempre acompañados de la deliciosa sonrisa de Rebeca y de las buenas maneras de Rubén.
También deseo recordar a sus dos maravillosas familias, nos trataron con una cercanía
desbordante, confiando en nosotros momentos muy íntimos y emotivos con absoluta
naturalidad, siempre pendientes de nuestro bienestar y de acerbos sentir uno más.
Por todo ello tengo al obligación de deciros MIL GRACIAS, sois un regalo.
Aquí tenéis un resumen de su día, disfrutarlo, si llegáis a sentir un poco de
lo que yo he sentido, os aseguro que será maravilloso.
Nunca podremos demostrar lo que las emociones y sentimientos que vivimos en una boda como la vuestra y con personas como vosotros marcan y enriquecen nuestras vidas. Nos sentimos más que afortunados de poder ser los fotógrafos que han podido vivir con vosotros vuestro día más especial y contar para siempre con vuestra amistad, todas estas imágenes hablan mucho más que de una boda, hablan de vosotros, de vuestra forma de ser y vuestra manera de sentir. MIL GRACIAS Pareja.
¡¡Madre mía chicos!!¡¡Qué bonito!!¡¡Muchísimas gracias de corazón!!
¡¡La verdad es que nos habéis dejado sin palabras!!
Cada vez que vemos las fotos, es como volver al mejor día de nuestras vidas. Sin duda, habéis hecho un gran trabajo del que os estaremos eternamente agradecidos.
Sin olvidar que todos vuestros sentimientos hacia nosotros son totalmente recíprocos.Ha sido, y es una suerte poder contar con vosotros.