Eliane es la princesa protagonista de este cuento donde existen
los caballeros, los finales felices, las dificultades, los sueños cumplidos,
las auténticas lágrimas de las emociones contenidas
y de las ilusiones cumplidas. También de luchas por conquistar el futuro,
de honor y entrega, de amor y matrimonio.
Dani es nuestro príncipe y caballero, hombre generoso y honesto,
luchador y entregado, tal como se espera de un caballero
que es capaz de conquistar tan virtuosa dama.
Su gran reino es la pequeña familia que poseen junto a su impredecible
hijo, Dani junior, un piso alquilado de 60 metros y los enseres que
con tanto esfuerzo y sacrificio van adquiriendo cada día, pero
con hectáreas y hectáreas de prados sembrados de ilusión,
entrega y amor.
Estas fotos de boda están hechas desde la pasión y la emoción de ser
espectadores y partícipes de momentos auténticamente emotivos,
intensos e íntimos.
Hemos podido sentir la autenticidad de los valores humanos, donde el
cariño, la bondad y la generosidad son los valuartes de la
maravillosa familia de Dani. En su casa se respira el aire limpio de una
familia que se ama por cada poro, que se entrega piel con piel, que comparten
el todo de sus vidas y se entregan en cuerpo y alma al otro.
Eliane es brasileña, ella ha sabido ganarse la amistad y el cariño
de tantas personas que disfrutan con su alegría, su palabra directa y
su enorme generosidad desinteresada. Ella es una mujer luchadora que ha
sabido crear una familia de la nada, que sabe crear hogar y que sabe sufrir los
contratiempos de la vida con valor.
Hemos asistido a una ceremonia, en la magnífica iglesia de Navalcarnero, llena
de intensas emociones, donde las palabras dedicadas han surgido
desde lo más profundo del corazón y el ambiente nos ha erizado el bello,
haciendo que nuestro corazón haya latido con intensidad.
Hemos compartido con ellos confidencias y emociones que nos han
servido como las herramientas ideales para crear fotografías que se dibujen
emotivas, espontáneas y ciertas, que hablen con verdad de lo verdadero,
que son testimonio del amor, de la familia y del comienzo de lo futuro.
Mil millones de gracias a los dos por mostrarnos el porqué de lo
maravilloso del ser humano.
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